La familia “normal” está formada
por un matrimonio de clase media alta y sus dos hijos, que se
respetan y quieren entre ellos. El voyeur en cuestión es Claudio, un
niño de 17 que cuida de su padre desde que su madre los abandonó
años atrás y que se infiltra en la familia con la excusa de dar
clases de matemáticas al hijo varón, Rafa. Claudio ha estudiado
previamente a la familia y desarrolla una obsesión con Ester.
Claudio es el personaje principal de
esta obra, el voyeur, sin el cual no habría historia ya que en sus
redacciones cuenta todo lo que sucede en la casa de los Rafa cuando
está allí, y son la principal fuente de narración del libro.
Rafa está muy unido a sus padres, y
este hecho capta la atención de Claudio desde un primer momento.
Claudio se aprovecha de él para hacer de voyeur y poder escribir su
historia.
Germán es quien ayuda a Claudio a
mejorar su redacción pero se acaba enganchando a lo que escribe y lo
anima a seguir pese a que sabe que está mal, ya que lo considera una
forma de violar la intimidad.
Ester está obsesionada con la
decoración de la casa se pasa las horas leyendo revistas e
intentando decidir qué muebles colocará en la próxima decoración.
Al principio no cree que Claudio pueda ayudar a su hijo, pero esto
cambia a medida que la historia avanza, y permite un mayor
acercamiento de Claudio a su familia.
Rafa Padre quiere conseguir un mayor
reconocimiento en su trabajo, por lo que termina desatendiendo a su
familia.
Juana es una persona seria y consciente
de la situación, por lo que le dice a su marido que su relación con
Claudio no es buena, al igual que la relación de Claudio con la
familia de Rafa.
Claudio busca una familia perfecta de la que pueda formar parte debido a la total ausencia de una figura materna y una paterna casi
inexistente, y a través del voyeurismo consigue infiltrarse en la
que considera que es una familia así.
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