viernes, 2 de enero de 2015

Reflexión ética: familia “normal” frente a un voyeur

La familia “normal” está formada por un matrimonio de clase media alta y sus dos hijos, que se respetan y quieren entre ellos. El voyeur en cuestión es Claudio, un niño de 17 que cuida de su padre desde que su madre los abandonó años atrás y que se infiltra en la familia con la excusa de dar clases de matemáticas al hijo varón, Rafa. Claudio ha estudiado previamente a la familia y desarrolla una obsesión con Ester.

Claudio es el personaje principal de esta obra, el voyeur, sin el cual no habría historia ya que en sus redacciones cuenta todo lo que sucede en la casa de los Rafa cuando está allí, y son la principal fuente de narración del libro.

Rafa está muy unido a sus padres, y este hecho capta la atención de Claudio desde un primer momento. Claudio se aprovecha de él para hacer de voyeur y poder escribir su historia.

Germán es quien ayuda a Claudio a mejorar su redacción pero se acaba enganchando a lo que escribe y lo anima a seguir pese a que sabe que está mal, ya que lo considera una forma de violar la intimidad.

Ester está obsesionada con la decoración de la casa se pasa las horas leyendo revistas e intentando decidir qué muebles colocará en la próxima decoración. Al principio no cree que Claudio pueda ayudar a su hijo, pero esto cambia a medida que la historia avanza, y permite un mayor acercamiento de Claudio a su familia.

Rafa Padre quiere conseguir un mayor reconocimiento en su trabajo, por lo que termina desatendiendo a su familia.

Juana es una persona seria y consciente de la situación, por lo que le dice a su marido que su relación con Claudio no es buena, al igual que la relación de Claudio con la familia de Rafa.



Claudio busca una familia perfecta de la que pueda formar parte debido a la total ausencia de una figura materna y una paterna casi inexistente, y a través del voyeurismo consigue infiltrarse en la que considera que es una familia así.

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